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Escribí Reservas anarquistas del sur de París durante una residencia en el Aleph,  teatro ubicado en la periferia de Ivry-sur-Seine, por invitación de la actriz chilena Laura Fuentes Matus. Aunque el proyecto que nos convocaba era el montaje de Fragmentos del amuleto roto, texto de mi autoría que aborda el tema del movimiento estudiantil de 1968 en México, me interesó también investigar sobre lo ocurrido ese mismo año durante el conocido Mayo de París, así como del movimiento anarquista francés de 1944. A partir de ello, surgieron expedientes, fotografías de la época, mapas, derivas por la ciudad que me llevaron a reunir un extenso archivo para los primeros apuntes del texto. Un texto que terminó por convertirse en el recuento de las memorias del espacio y los objetos que atravesaron por dos generaciones de movimientos insurreccionales en Francia.

 

Reservas anarquistas del sur de París expone las memorias de Isabela y Frederick al heredar la casa de la abuela de este último, que fuera refugio de un grupo perteneciente a la AFA (Association des Fédéralistes Anarchistes) durante los años 40s. Frederick, documenta con cautela los testimonios de Margaret, su abuela, a partir de sesiones de entrevistas basadas en procesos de ensoñación, que quedan registradas en casetes grabados en la casa de retiro del sanatorio Salpêtrière:

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“La casa era una zona limítrofe entre lo cotidiano y la clandestinidad organizada. En su conjunto, comenzaba a modificarse según el ánimo de la resistencia. Poco a poco, se iba incorporando al tiempo de los silencios y las discusiones, a los cuerpos confusos que la transitaban. A los blancos y a los ocres del muro. A los objetos fielmente colocados en las esquinas, de donde pendían retratos de Proudhon, Faure, Duval y Marius Jacob”

 

De este modo, al mudarse a ella Frederick e Isabela, se inicia con un proceso minucioso de investigación alrededor de los espacios que la componen, en especial un jardín donde se celebraban las reuniones clandestinas de la llamada Alianza frágil (Nombre inspirado en la Alianza internacional que fundara Bakunin en1868). De igual modo, en ese mismo jardín, se encontraban una serie de diarios anarquistas pertenecientes a La Alianza que habían sido enterrados años atrás para no ser descubiertos, así como parte de su armamento.

 

A lo largo de la obra, la casa va revelando sus memorias a partir de instancias, nociones, reflejos de luz que surgen de las ventanas, inscripciones en los tapices del muro, sociedades de insectos, filtraciones de humedad y animismo en el mobiliario. Así,  hasta convertirse en si misma en un documento vivo de la insurrección, un banco de información que va ofreciendo ciertas directrices, para la organización del movimiento de 1968 que tiene como epicentro la ciudad de París:

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“Los estudiantes no contaban con armamento por su postura ideológica relacionada a la conciliación y la paz, sin embargo, las agresiones hacia ellos continuaban y el clima de incertidumbre incrementaba, hasta que las armas llegaron a ser consideradas una medida necesaria de protección. Para entonces se valían solo de incendiar autos y tomar los adoquines de las calles para usarlos como como proyectiles. Días más tarde, de la periferia de París, habían comenzado a llegar grupos de jóvenes armados con barras de hierro. En ese momento se especulaba ya una fecha para la ocupación radical de la Sorbona y los sindicatos de obreros sumaban sus demandas en contra de plan Fouchet. Fui a decir a Frederick que la primavera estaba por comenzar y, entonces, no habría necesidad de permanecer más tiempo ocultos en casa."

 

Reservas anarquistas del sur de París encuentra sus orígenes en el anarquismo individualista francés, de Pouget, Peinard, de Zod'Axa, se inspira también en documentos de prensa, como el caso del diario L'Humanitaire, el primer órgano del comunismo libertario francés u otros periódicos de alzamientos anteriores, como Le Libertaire o La Révolution Sociale. Es una relectura de las líneas de acción que se han trazado para la organización de dos movimientos cruciales en la historia de un país, en los soportes ideológicos y anímicos entre la disidencia, en el pensamiento político y los decretos revolucionarios en relación con el anarquismo. También, es un plano de construcción para una casa conspirativa. Un mapa que se transfigura y sigue acumulando interrogantes para la desembocadura de otras, futuras rebeliones.   

 

Ángel Hernández.