Investigador teatral y dramaturgo. Director de Teatro para el fin del mundo, programa de intervención y ocupación escénica de espacios en ruina condicionados por la violencia. Ha caracterizado su trabajo por la aplicación de acciones documentales en países que han resistido conflictos armados durante los últimos años como, Vietnam, Camboya, Marruecos, Bosnia y Herzegovina, Egipto, Líbano, Afganistán, Kosovo, Palestina, Ucrania, Polonia y México.

 

Es acreedor al Premio nacional de dramaturgia Altaír Tejeda de Tamez 2011 con la obra Aproximación al interior de una ballena y al Premio nacional de dramaturgia Víctor Hugo Rascón Banda 2012 con la obra Padre fragmentado dentro de una bolsa, que además es acreedora al premio del público y el jurado en el festival alemán Heidelberger Stuckemarkt, en el año 2015. Desarrolla el proyecto Haiku del derrumbe, en pueblos en abandono cercanos a la planta nuclear de Fukushima, luego del terremoto ocurrido en Japón durante el año 2011. Las novias del opio, en Afganistán, becado por el Programa Iberescena, El espacio del exterminio, en relación al exterminio judío en los campos de concentración de Auschwitz y la zona perteneciente al Ghetto de Varsovia, en Polonia. Ensayo mínimo sobre la superficie en 2014 sobre la circunstancia actual de los llamados centros de detención, tortura y exterminio durante las dictaduras militares de Argentina, Chile y Uruguay. En el año 2016, Crónicas desde el exilio, entre comunidades sobrevivientes de la zona de exclusión cercana al reactor nuclear de Chernobyl, Ucrania. En el año 2017, auspiciado por el teatro Münchner Kammerspiele y el Goethe institut realiza el programa Lectura de los éxodos, recorriendo las zonas fronterizas de Turquía, Grecia, Macedonia, Honduras, Nicaragua y El Salvador junto a comunidades desplazadas por la violencia. En 2018 desarrolla el proyecto Desarmes; memorias del sitio del Sarajevo, programa de dramaturgia documental entre sobrevivientes de la guerra en Sarajevo, Nakba, plataforma de investigación y acción situada en territorios ocupados de Palestina y en 2022 Wieczór, entre combatientes mexicanos, durante el primer año del conflicto bélico entre Ucrania y Rusia. 

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Ha aplicado también programas relacionados a procesos de intervención escénica sobre la memoria de atentados ocurridos en México como el incendio del Casino Royale, en Monterrey Nuevo León; con el proyecto Oxígeno, la tragedia de la discoteque New Divines, en la Ciudad de México; con el proyecto Construcción de salidas emergentes; y Arden papeles en vez de niños, en relación al incendio de la Guardería ABC, en el estado de Sonora. En el año 2022 recibe el Premio nacional de dramaturgia Bellas Artes Baja California, Luisa Josefina Hernández con la obra Cuerpos como bosques que plantea una visión crítica sobre el levantamiento del pueblo de Cherán, Michoacán y en el año 2023 el Premio nacional de dramaturgia para niños, niñas y jóvenes Perla Szuchmacher por la obra Oceanía; pequeños manifiestos que alcanzan continentes lejanos. Actualmente es miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte por segunda ocasión.